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Llueve en Beirut

Llegamos a salvo en Beirut y todos estábamos bien. Nos recibió un bello arco iris sobre la ciudad que incluso nos allegro. Sentí que la naturaleza conociera el mundo tres etapas antes de la gran explosión, y que esperaba a que lo expresásemos en conciertos venideros.   Aunque llovía en Beirut, el Profesor Ghazi, el Sr. Nehme, y un director del Ministerio de Cultura de Líbano vino al aeropuerto de Beirut para recibirnos. Pudimos reanudar nuestra relación de familia. Por casualidad el chofer era el mismo que nos condujera a Tiro cuando visitamos Líbano la primera vez, y nos recordaba muy bien.  Por la tarde escampó y bellas nubes vestidas de azul claro fueron vistas. Imaginé que la gente debería estar contenta con solo vivir en un país con naturaleza abundante, y me dieron pena los interminables conflictos que han sido perpetuados aquí. Me pregunté qué conexión enigmática me condujera a venir con frecuencia al Líbano. Anticipé el acontecimiento de algo importante durante nuestra estadía esta vez. 




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