KEIKO KOMA net

21 Junio  2009

Mis deseos más profundos

Hoy fui a Shinjuku buscando marcos para mis obras de arte nuevas. Desde que volví a Japón desde Irán he estado ocupada dando mis conferencias y un concierto de Mensajes de la Madre Tierra que hizo llenarse la sala de vigor y a cada espectador lucir. Así que una vez que saliera por las calles fui sorprendida por la oscuridad y energía negativa de la gente. Todo parecía gris. Sin embargo sentí que en el meollo de la vida cada cual sintiese que algo nuevo ocurriese en Japón ya que doquier que fuéramos fuésemos atentamente observados por pasajeros y personal de almacén. Solía ser muy rápida para seleccionar objetos de compra. Podía imaginar la energía interna de la mercancía. Todo lo que hice fue seguir la luz interna. Sin embargo esta vez no pude encontrar nada que me atrajera ya que todo parecía ensombrecido por una atmósfera gris. De repente me vino en mente una idea, que podía manufacturar sola lo que deseara. Entonces salí de una tienda y me sentí alegremente liberada del mundo gris. Reconocí que sólo actividades que condujesen hacia una sociedad pacífica buena pudieran sobrevivir, y cosas que no contribuyesen a generaciones futuras carecieran de sentido. Los deseos más profundos de una persona siempre deberían estar conectados con este criterio, por otro lado mero deseo personal. Cuando una estuviera viviendo una vida veraz a los deseos propios más profundos cada criatura y energía de vidas cooperaría junta con una vista hacia la apertura del futuro de la humanidad. Sin mencionar que el mundo tres etapas antes de la gran explosión, la casa eterna de la vida humana, estaba abierta de par en par, así que una podía conseguir cosas maravillosas. Mediante las actividades de Idaki hemos estado bloqueando problemas radicales de seres humanos que han sido heredados negativamente por generación tras generación. Nuestras actividades eran efectivamente indispensables para el futuro de la humanidad. Esta fue la razón por la cual pareciésemos diferentes y siempre siguiésemos vigorosos.