KEIKO KOMA net

14 Junio  2009

Bienvenida con hortensias

Desde algún tiempo en el regreso desde el aeropuerto de Narita siempre caemos en el templo de Jindaiji. Fue conocido por un triste romance de una joven pareja de Koguryo y Japón en la antigüedad. Además mi familia ha sido tradicionalmente asociada con él como templo casero. La ceremonia a los 49 días de la muerte de mi madre fue celebrada allí. Así que cuando lo visitaba siempre entristecía recordando memorias del pasado. Sin embargo, aunque estuviera rodeada de árboles profundamente verdes y brisas del templo, pude sencillamente disfrutar de la bienvenida con hortensias. Mi sensibilidad efectivamente ha cambiado. Mientras observaba noticias en japonés la mayor parte de las cosas parecían entrar en fondo de saco. Sin embargo supe que vivimos en la era nueva donde los deseos más profundos de la humanidad estaban siendo cumplidos en el mundo actual cuando fuésemos fieles a nuestra naturaleza íntima. Agradecí el sentir cientos y miles de poderes que asistían a nuestras actividades.