KEIKO KOMA net

13 Junio  2009

Desde Frankfurt

De noche en nuestro día de salida de Teherán, el Sr. Ferry amablemente nos invitó a cenar en casa suya ya que tomábamos un vuelo después de medianoche. Él ha estado ayudando en la producción de nuestro concierto desde la época del proyecto de Persépolis. Siempre fue activo, hermosamente rápido y justo en cada gesto de modo que yo podía comprender que era una persona realmente amena, aunque hablásemos idiomas diferentes. También era muy buen cocinero y junto con su amigo, cuando estuvimos en Irán la última vez, nos habían invitado a cenar con nuestros cooperantes y miembros de la familia del Sr. Idaki Shin. Así que esta era la segunda vez. Mientras lo alabábamos encarecidamente, nos reímos diciendo que él era demasiado buen cocinero para tener mujer. Cuando conocimos a su amigo por primera vez él sufría de dolores físicos que parecían derivar de problemas mentales originados durante la guerra con Irak. Él consultó al Sr. Idaki Shin acerca de ellos conociendo su habilidad y recibió algún cuidado. Esta vez le agradeció grandemente diciendo que desde entonces sus dolores incurables de piernas habían cesado. El Sr. Ferry vino todo el camino desde Irán a Líbano para ver mi concierto de Leyendas de Koguryo Redescubiertas celebrado en Tiro y quedó muy impresionado con mi actuación poética, así que estaba anticipando mucho la realización de uno en Irán. También ayudó haciendo un escenario grande en nuestro concierto de Armenia. Siempre agradecí su gran apoyo. Antes de llegar a su casa visitamos una empresa de iluminación y el Sr. Idaki Shin dijo que nadie imaginaría cómo habíamos vencido tantas dificultades y tantos obstáculos para realizar cada uno de nuestros conciertos. Porque hemos estado bloqueando andamiajes negativos y energías en nuestra sociedad que han estado oprimiendo la naturaleza humana, sacrificando vidas preciosas y previniendo la paz, la razón por la cual tuvimos que encarar tantos problemas durante el proceso de realizar un concierto era harto comprensible. El anterior embajador de Etiopía en Japón me dijo una vez que nunca había conocido a nadie similar a uno de nosotros que era a la vez muy activo, preciso, y rápido en la toma de decisiones, lógico y siempre rico en sensibilidad interna. Supe que estábamos provistos de estas habilidades debido a los cursos de asesoramiento de Idaki que nos despertaban a vivir nuestras vidas fieles a la naturaleza de la vida, la cual era una llave para hacer posibles muchas cosas milagrosas en nuestros proyectos.