KEIKO KOMA net

11 Marzo, 2020

El 11 de marzo, aniversario del Gran Terremoto del Este de Japón, ofrecí una oración silenciosa en Yui-Kobo. construida en Yamamoto-cho, una de las zonas del desastre. Con gente que se reunió de todo Japón, tomé un café exquisitamente delicioso, único en el mundo, elaborado por el Maestro Idaki Shin a partir de frijoles asados por él para este día. Junto con el café, comí dulces sin gluten. Y este año las mesas fueron animadas con comidas nuevas con curry, pizza y baguette. Siento profundamente que las vivas tenemos que crear una buena nación donde las almas sean recompensadas y un futuro donde nuestras descendientes puedan vivir.
Durante la oración silenciosa, sentí la profundidad de mi interioridad y noté que muchas almas estaban juntas conmigo. He seguido viniendo a las zonas de desastre de la región de Tohoku por pura ganas de allanar el camino para la recuperación de alguna manera. Construimos Yui-Kobo, que marcó su segundo aniversario este año, en Yamamoto-cho, donde escuché que el noventa por ciento de la ciudad fue destruida. Una persona local me dijo que un negocio donde los jóvenes pueden trabajar con esperanza es el apoyo más eficaz para la recuperación. Al ver que nuestro negocio de café traerá esperanza, abrimos Café Koma-ya en Sendai y Yui-Kobo en Yamamoto-cho, un complejo con la tienda de Yamamoto Strawberry Farm, una instalación de tostado de café, una cocina de confitería y Café Koma-ya. En NPO Koma importamos directamente granos de café de Etiopía y Tanzania en apoyo de esos países. Importamos granos de café silvestres que no dañan el medio ambiente natural. En Etiopía, el lugar de nacimiento del café, la gente lo ha bebido como medicina desde el momento de su descubrimiento. Estoy agradecida desde el fondo de mi corazón por llevar a cabo nuestro negocio de café en apoyo de la recuperación del Tohoku, café que no destruye el medio natural y se dice que es bueno para la salud. Percibo que contribuirá a Japón, Africa y nuestro futuro. Hoy he nuevo comienzo, volviendo al inicio de nuestras actividades de apoyo para Etiopía y para la recuperación de Tohoku. Empiezo de nuevo, con la esperanza de moverme más y más amplia. Gracias a todas por venir a Yui-Kobo. Estoy agradecida de poder ofrecer una oración por las preciosas vidas de las víctimas y pasar tiempo aquí pensando en el futuro de Japón.