KEIKO KOMA net

5 Marzo, 2020

En una tarde en la que soplaba el viento de primavera y sólo unas pocas personas caminaban por la calle, tuve una sopa especial en el Café Komaya Tokyo. Disfruté de tener la comida grande con ensalada de verduras de la prefectura de Yamagata, sopa Borscht, una baguette sin gluten y una taza de café que se veía hermosa y también era muy deliciosa. La ciudad era sombría, pero la sensación de que tener un almuerzo colorido y exquisito en un momento como este me haría ser capaz de trabajar enérgicamente, y sentí pena por tener esta comida especial sólo por mí misma y aprecié esta oportunidad. Recuerdo que después del exitoso concierto en Etiopía que se celebró en 2001, abrí este café aquí. En la cafetería, puse las ilustraciones del maestro Idaki Shin en la pantalla, instalé un sistema de sonido especial y creé un entorno donde los huéspedes pueden experimentar el mejor sonido. Lo expresé como un espacio de encuentro y creación. Al estar en un hermoso espacio y tener un café especial que se filtra con el sonido del Maestro Idaki Shin durante el proceso de tostado, hay un momento en el que se puede ver el futuro. Nacerá una buena idea y una se enriquecerá con creatividad. Será un momento precioso en el que una encontrará lo que es necesario en la vida y en los negocios para abrir el futuro. Pude relajarme y disfrutar de la comida. La fuerza para avanzar hacia el futuro también se adelantó hoy, y para cuando me iba del Café Komaya, imaginé lo que haré para crear el futuro. Es un espacio muy inspirador, así que me siento agradecida. Le agradecería que todos pudiéramos llevar a cabo un buen negocio y crear un futuro brillante. Muchas gracias.