KEIKO KOMA net

17 Febrero, 2020

Era un día cálido de sol de primavera y viento. Como si la primavera hubiera llegado a mi corazón, me iluminé dentro y sentí esperanza para el futuro. Cuando vi a Erika, que cumplió ocho años, todo mi cuerpo estaba lleno de alegría. Con la esperanza de llevar una sonrisa cada vez que encuentro a una niña de cualquier parte del mundo, deseo desde el fondo de mi corazón vivir expresando y realizando mi auténtico yo sin nada falso en mi vida. He vivido con ganas de crear una sociedad y un entorno global donde las niñas puedan vivir. Podemos allanar el camino para ese camino viviendo para brillar. Me di cuenta de que esa era la respuesta en el momento en que vi a Erika hoy.
El espacio circundante está lleno de luz que se vierte infinitamente. Para vivir recibiendo tanta luz, tengo esperanza y motivación para vivir con una hermosa interna. Muchos suplentes están juntos con nosotras ahora: numerosas almas están con nosotras, moviéndose y apoyándonos. Viviendo fiel a mi vida y dedicándome a vivir bellamente y con fuerza, crearé movimientos para construir un mundo donde las niñas puedan vivir. Muchas gracias.