KEIKO KOMA net

 

12 Octubre, 2019

Inicialmente íbamos a regresar a Japón hoy, pero como nuestro vuelo fue cancelado debido al tifón, todavía estamos en Vladivostok. Contrariamente a lo que sentía hasta ayer, hoy me sentí liberada de las cosas que me habían cubierto y de los lazos que me habían aferrado. Me di cuenta, tanto en mi mente como en mi cuerpo, de lo que ocurrió en el concierto celebrado en esta tierra como realidad. Se reconoció a través de los cambios que pasé, y las cosas que sucedieron después. Siguiendo mi corazón, visité un museo de historia. Junto con restos del período de Balhae hubo restos de Koguryo. Miré a través de las reliquias de Koguryo con asombro. Y colocando mi mano sobre los restos, de los cuales se desconocían los períodos y los orígenes, escuché mensajes. Al poner mi mano sobre alguna cosa, vi la historia. Por los mensajes escuchados, entendí la verdad.
Ante una olla bella, no conseguí quitarme de su entorno. Según su título, grabado en la olla, hubo cosas que ocurrieron en Koguryo durante 237-239. Grabado en él hubo un caballo hermoso. Me impresionó la belleza de Koguryo. Me sentí orgullosa y pasé un tiempo bendito. Estaba claro que me llevaron a este lugar para encontrar la verdad de Koguryo. Sentí algo diciéndome que no debería haberme ido sin ver esos restos. Aunque fue decepcionante que mi vuelo fuera cancelado, me nutrió en mi cuerpo y mente por el gozo y el alivio de haber hecho lo que tenía que hacer. Ahora estoy en un estado mental pacífico. Volveré a Japón y volveré la próxima vez para la apertura de una galería, una base para transmitir nuestras actividades al mundo. Seguiré explorando el mundo en busca de mis compatriotas.
Ruego sinceramente aquí en Vladivostok que el daño no se produzca en Japón por el tifón y todos permanezcan a salvo.