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KEIKO KOMA net

 

17 Septiembre, 2019

 

A partir del concierto en Kioto el 11 de septiembre, nuestras actividades en Kioto y el Monte Hiei ya han llegado a su fin. Volveré a Tokio mañana. El 12 fue el concierto en nuestra casa de huéspedes, y tuvimos invitados de Etiopía los días 11 y 12. Estaba encantada de invitar a un huésped etíope a nuestro salón de té en el Monte Hiei, donde la ladera de la montaña parece un jardín. Cada vez que celebramos una ceremonia de té, los ciervos vienen uno tras otro, como si se turnasen, para saludarnos, y así como un ciervo dice hola y se va, otro viene y hace lo mismo. Es un lugar encantador. El invitado de Etiopía disfrutó de su tiempo. En el pequeño espacio de la sala de té, nos volvemos sinceras y nos conectamos en nuestros corazones, disfrutando de nuestra conversación. Vi el futuro. Tengo la bendición de tener un lugar donde se lleve a cabo una conversación tan agradable. Deseo invitar a invitados de todo el mundo, personas con las que nos conectamos en nuestros corazones. En el salón de té, usando tazas de cerámica hechas a mano por el Maestro Idaki Shin, sirvo café tostado por él, tostado especialmente para la ceremonia del té. El café es exquisito. Preparo cada taza con un cucharón de bambú. Mi corazón se purifica y es claro, y paso un rato en felicidad. Si pudiera compartir la experiencia con personas de todo el mundo, la visión que vi es un camino que conduce a la realización de la paz.
Antes de una ceremonia de té, arreglo flores en jarrones hechos a mano por el Maestro Idaki Shin. Disfruto de cada momento del arreglo mientras hablo con las flores. Me complace disfrutar de la presencia de las flores junta con los invitados.
En el jardín interior de la casa de té hay un espacio de trabajo para mis obras de arte marmoleadas. Un viento sopla desde la ladera de la montaña. Más allá de la montaña está el lago Biwako. Viento del lago antiguo; aguas cristalinas del Monte Hiei; muchas almas, existencias, nuestras vidas se conectan e interactúan. Los patrones que surgen de la comunión sacuden mi alma. Encabezada hacia la realización de la paz, seguiré expresando mis verdaderos sentimientos para allanar el camino. Muchas gracias.