a

KEIKO KOMA net

 

3 Agosto, 2019

Erika y yo ofrecimos nuestra oración por la cigarra enterrada de nuevo hoy. Escribimos nuestro mensaje y lo pusimos en el suelo. Anoche escuché a la cigarra decir: "Gracias". Cuando le conté a Erika al respecto, ella respondió: "Nuestros corazones están conectados incluso después de la muerte". Estaba profundamente conmovida. Mi corazón se volvió sereno, sintiendo una presencia conectada con todas las criaturas vivientes, no sólo con las seres humanas. Estar unidas en nuestros corazones incluso después de morir me trae la máxima gratitud.
En la conferencia del Maestro Idaki Shin "Género", cuando hablaba de filosofía de la antigua Grecia, mi experiencia en un ágora revivió vívidamente. Aprendí que era un lugar donde Sócrates y Platón se entablaron en el diálogo y descubrieron las filosofías. Estaba feliz por la agradable sensación de estar conectada en lo más profundo de un mundo ilimitado. En la conferencia de Género de hoy, percibí el mismo espacio que el del ágora, un mundo abierto donde un viento soplaba libremente. Me hizo contemplar la vida. Sólo hay hombres y mujeres. Siento, más que nunca, que la gente de hoy está al borde de la extinción por relaciones románticas que tienden a cortarse de su entorno y terminan viviendo pensando sólo en ellas mismas. Siento la urgencia de aprender y adquirir la esencia de las seres humanas lo antes posible. Ahora que se ha abierto un mundo donde podemos encontrarnos con el dios griego del amor desde tiempos antiguos, mi corazón palpita para saber que podemos enfrentarnos a él cuando expresamos las demandas más íntimas nacidas de nuestras vidas. Entender que estar enamorada es estar llena de energía para realizar la paz mundial, algo que anhelo, creo que la conferencia "Género" del Maestro Idaki Shin es fundamental. La primera frase de la primera carta que recibí de él fue: "Nos enamoramos, llegamos a conocernos a nosotras mismas". En ese momento no tenía ni idea de lo que significaba. Estaba avergonzada de conocer las palabras, pero no podía entender su significado. Ahora mi vida y mis palabras son una. Me siento emocionada cuando expreso mi más profunda demanda de dirigirme hacia el futuro para su realización. La emoción que siento puede ser verbalizada como el amor (koi), que es como lo he estado expresando. Durante mucho tiempo he querido empezar mi vida de nuevo desde mis años de escuela media. Mis memorandos de entonces están llenos de emoción, perfumados de primavera. El amor (koi) es la palabra perfecta para ello. ¿Fue que conocí a Eros, el dios del amor? Las cosas de entonces están empezando a desarrollarse. Todavía siento la emoción de mi juventud. Por muy vieja que sea, la primavera de mi edad de catorce años permanece dentro de mí. Una verdadera primavera llegará en el futuro. Muchas gracias.