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KEIKO KOMA net

 

20 Julio, 2019

Los árboles en el bosque del Monte Hiei se extienden ante mis ojos. Al abrir la ventana, vi que la naturaleza se había transformado. Me señaló que me quedaría atrás si viviera de la misma manera que ayer. La vida humana vive al unísono con la vida de la naturaleza, cambiando cada día. Mi opinión de que vivir como el día anterior va en contra de la función original de la vida se profundiza más que nunca. Los conciertos "Leyendas de Koguryo Redescubierto", programados tres días seguidos en Kioto, Biwako, Nara, se celebraron, y siento profundamente que el mundo ha cambiado completamente. Necesitamos aprender y adquirir la nueva forma de vida. Hoy se llevó a cabo el curso de consejería aplicada del Maestro Idaki Shin en Kioto, donde aprendí a vivir como una toda. Vi más claro que nunca que usar parte de la propia vida, una vida que es entera, no es la vida humana. Una persona se vuelve no humana al acostumbrarse a una sociedad estructurada para vivir parcialmente. Hay un mundo infinito sin límites, limitaciones, restricciones; experimentar y pensar en vivir en un mundo así es el comienzo. Siguiendo las verdaderas demandas del núcleo de mi vida, he profundizado y aprendido a vivir de acuerdo con la función de mi vida. A partir de ahora pensaré en realizar mis demandas más profundas en el mundo infinito y tomar acciones hacia su realización. Desde niña viví deseando la paz mundial. Y sigo viviendo ahora deseando darme cuenta con seriedad. Todos los días pensaré en vivir de una manera que satisfaga mi sueño y adquiera esa forma de vivir. Muchas gracias.