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KEIKO KOMA net

 

17 Junio, 2019

 

En la mañana de mi regreso a Tokio, mis compañeros del personal vienen a mi taller en el Monte Hiei para la limpieza. En ese momento, el aire se llena con el aliento de la construcción de la nación, llenándome de su energía. Dejo el lugar con un sentido de empezar cada vez. Las pesadas cargas que se ciernen sobre mí son tremendas. Después de conferencias y conciertos, sin embargo, estoy liberada, libre de carga. Así como me hago la sensación de un nuevo comienzo, sintiéndome más ligera por dentro, empiezo a sentir dolor y cargas de nuevo, mientras me acerco a Tokio. No hay fin. Una tras otra, sufro cargas que deben ser resueltas, sufriendo un dolor sin fin. Antes de que me de cuenta, pasa un año. Pero sé bien que este movimiento está cambiando el mundo. Recientemente, siento que los cambios serán evidentes pronto. Anticipo un momento en el que todas nuestras actividades pasadas serán recompensadas. Mi vida desea más dedicarme a vivir con un hermoso corazón para trabajar por el futuro, para las niñas. Hoy el concierto del Maestro Idaki Shin se celebrará en Fuchu una vez más. Conociendo el horario del concierto, siempre estoy agradecida de vivir liderando la era. Y la bendición de su experiencia es inconmensurable. Me comprometeré a hacer uso de ella para el mejoramiento del mundo. Muchas gracias.