KEIKO KOMA net

 

9 Junio, 2019

 

Percibiendo el futuro, veo que es hora de dirigirme hacia el mundo. Recibo actualizaciones diarias por correo electrónico de mis compañeras visitando Nueva York, y me siento como si estuviera caminando por la ciudad con ellas. Cuando las personas de todo el mundo adquieren una forma de vida que cambiaría la situación global sin salida, imagino que el mundo mejorará a la vez. Las personas modernas, sin embargo, han tendido a volverse inhumanas al crecer egoístas y codiciosas. Para que la gente se despierte, percibo la necesidad de una transformación completa del espacio en que vivimos y que un mundo nuevo se abra donde las seres humanas genuinas puedan vivir. Cuando la interna de cada persona, que se convierte en este mundo, se vuelve hermosa, el entorno circundante se vuelve hermoso. Limpiarse adentro y vivir con una interna hermosa es el comienzo. Ahora que el espacio está lleno de las obras de Ser Grande y la luz se vierte desde mucho más allá, podemos construir el futuro y cambiar el mundo viviendo maravillosamente dentro y recibiendo una guía grande. Mientras sigo pensando en Rusia y Nueva York, entiendo que es hora de dirigirme hacia el mundo. Me estoy preparando para ello. Vivimos en un momento sin precedentes en la historia de la humanidad. Expresaré y ejecutaré mi demanda más íntima, procedente del futuro, para avanzar hacia un mundo desconocido. No hay futuro en la repetición de patrones del pasado: la respuesta es el futuro. Manteniendo el futuro en mente, voy a expresar continuamente mi sentimiento más profundo nacido de mi vida todos los días para construir un camino nuevo, un mundo nuevo. Muchas gracias.