KEIKO KOMA net

 

7 Junio, 2019

 

Es una temporada en la que la hortensia japonesa florece maravillosamente, salpicada de lluvia. Una energía de la vida está llena de mí misma cuando estoy viendo el verde brillante de los árboles, humedecido por la lluvia. Cuanto más voy al norte, más me siento cerca de Rusia. Al dirigirme hacia el norte, el clima y el paisaje de la naturaleza se vuelven similares a la naturaleza en Rusia. Imagino que el movimiento en Rusia se expandirá en gran medida, conectará Japón y Rusia, y un remolino de movimiento hacia el mundo nacerá. Siempre deseo sinceramente que todos en el mundo estén conectados con Ser Grande, se unan al flujo que está lleno de la obra de Ser Grande, y un mundo pacífico se haga realidad de una vez. Habiendo notado que el tiempo ha llegado ahora, siento que debería moverme rápidamente, ver el todo, y trabajar sabiamente para que el todo se mueva más rápido.
El viento nocturno soplando en Morioka, situado a 40 grados de latitud norte, es el viento de un alma. Ha llegado el momento en que finalmente aparecerán las almas puras que vivieron en esta tierra. El espacio me enseña que lo que cambia el mundo es vivir, expresando el alma más pura. Una era ha llegado donde vivimos manifestando el alma pura tan pura como es, sin ser afectada por el entorno circundante. Yo trascenderé una dimensión cada día, cuestionaré mi interna, organizaré y viviré con una hermosa interna. Me siento agradecida de que mi corazón se vuelva claro estando en una tierra hermosa. Cuando mi corazón es purificado, recupero el origen mismo de ser humana. Muchas gracias.