8 Mayo, 2019
Fui complacida por los árboles y las plantas que brillaban incluso en un pequeño espacio a lo largo del callejón en Omotesando, donde se alza el centro de Keiko Koma Skyrocket. Mi corazón se estremeció, recordando una escena del paisaje de mi vida. Sintiendo el viento agradable de mayo cada año, siento un momento de gratitud por la riqueza de vivir mi vida. Aprendo naturalmente que una vida brilla cuando una vive fiel a las exigencias más profundas de una, y cuando esos sentimientos son suprimidos, el cuerpo de una está herido. Y también percibo que una tiende a enfrentar dificultades. Cuando vivimos fieles a nuestros sentimientos nacidos de nuestra vida, podemos vivir brillando brillantemente en cada momento. La única manera de vivir es vivir fiel a la función de mi vida: expresar y dirigirme hacia la realización de mi sentimiento más profundo que está en el centro de mi vida. Estoy viviendo para darme cuenta de mi deseo más íntimo de crear una sociedad y un entorno global donde las niñas puedan vivir y lograr la paz en este mundo. Cuando me mudo fiel a donde mi vida se dirige, siento un viento agradable, tengo una sensación de estar viva, y gano energía para avanzar hacia el futuro. Tal momento es la prueba de estar viva. Muchas gracias.
