18 Abril, 2019
Cuando estoy en el Monte Hiei, me siento muy feliz, sintiendo el aliento de los árboles y el espíritu de las flores en mi vida. Me siento bendecida por poder vivir en comunión con la vida de la naturaleza y un sentimiento de gratitud desborda toda mi vida. Cuando un sentimiento de aprecio nace dentro de mi vida, puedo darme cuenta de que estoy "viva" y que mi corazón ha cumplido. Mi vida ha cambiado desde que creamos una sala de ceremonia del té en el Monte Hiei. Al crear el salón de té, ser la anfitriona y saludar a las invitadas por mí misma, soy capaz de realizar la profundidad de la cultura japonesa dentro de mi alma. Esta es una experiencia muy valiosa para mí.
Hoy también organicé una flor de azalea en el salón de té. Fuera de la ventana hay una ladera de montaña. Es un salón de té donde se puede ver la superficie de la montaña y el jardín es la propia montaña. La azalea que arreglé se veía muy natural como si estuviera floreciendo en la montaña y simplemente observarla me hacía sentirme encantada. También arreglé una azalea en la alcoba de la sala principal situada en la planta baja. Yo era feliz y estuve emocionada ya que era capaz de sentir el viento de la montaña como si estuviera floreciendo en la montaña. Siento que estoy viviendo una vida feliz, teniendo a personas de las que puedo disfrutar y con que compartir un tiempo como este. Además, me siento agradecida si puedo pensar en la vida y hablar sobre la paz mundial con ellas.
El 19 de abril es un día muy importante que grabamos en nuestros corazones como un día que nunca debemos olvidar. Me gustaría expresar mi gratitud por poder sostener el concierto del maestro Idaki Shin en nuestra casa de huéspedes. Como humana, siempre estaré en el mismo origen, juraré a mi corazón crear un mundo donde las vidas preciosas no serán sacrificadas y donde la vida humana pueda vivir brillantemente con almas eternas ricas, y me gustaría que este día sea el nuevo comienzo de este año a medida que siempre lo ha sido cada año. Muchas gracias.
