keiko koma

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8 Avril, 2019

 

Desde el exquisito sabor del café elaborado por el maestro Idaki Shin, así como cómo mi cuerpo se sintió al tenerlo, durante la Conferencia de video celebrada en nuestro centro de Tohoku, entendí con mi vida que lo que él expresó en el concierto de Kitakami cambió el mundo y la época. Sentí que Dios existía en el café tostado y preparado por él. De lo contrario, su excepcional sabor delicioso que trasciende la dimensión actual no sería posible. Ahora después del concierto, siento que si Dios existe en todo — alimentos, bebidas, el espacio en el que vivimos, lugares ― las humanas se convertirán en humanas. Al oír que las que están conectadas con Dios tienen sabiduría, sentí desde el concierto que si somos sabias, podemos darnos cuenta de la paz mundial. Desde hoy, comencé a vivir en un mundo completamente nuevo. Percibí de nuevo cuán especial y maravilloso era nuestro centro de Tohoku, un espacio lleno de la calidez de reunirse alrededor de un hogar japonés. Me he enterado de que, debido al espacio y a la oportunidad de reunirnos para hablar de cosas, podemos convertirnos en seres humanas. Estaba agradecida por la bendición y la felicidad de asistir a la reunión. Tener buenas experiencias cultiva el corazón de una persona y la lleva a una vida enriquecida. Debido a que vivimos en una era de crisis, a través de experiencias maravillosas, deseo desde lo más profundo seguir construyendo, no importa cómo, una nueva era donde las seres humanas pueden vivir. Para vivir entendiendo el tiempo en que vivimos y liderando la era, viviré cada día ejerciendo mi talento innato. Muchas gracias.