KEIKO KOMA net

 

1 Abril, 2019

Mientras que el nombre de la nueva era en Japón fue anunciado, pensé en la transformación de la era en mi camino de vuelta a casa. Aunque muchas cosas corrieron a través de mi mente, percibí de la experiencia del concierto del maestro Idaki Shin que cuando cada una de nosotras vive vigorosamente llena de luz, podemos de hecho cambiar el mundo. Cuando visualizo una imagen, se da cuenta cuando tomo acción sobre ella. Aprovechando la experiencia del concierto de convertirme en una vida llena de luz, voy a reunir la experiencia más, para dedicarme a vivir brillantemente brillante.
Y tengo la intención de crear y llevar ropa que encarna la luz para ir con la interna llena de luz. En el jardín interior de la casa de té construida en el Monte Hiei, creamos un atelier para la producción de obras de arte de marmoleo. Fue debido a la sugerencia del maestro Idaki Shin. En el atelier frente a la ladera de la montaña, sintiendo la clara presencia de los árboles, me mudo al unísono con el viento. Como un paisaje de luz que trasciendo la dimensión actual se reflejó en los tejidos, me volví alegre, temblando en mi alma, en la belleza que superó con creces la belleza en este mundo. Teñí telas para cortinas y ropa. Me volví encantadora y esperanzada de haber percibido que tal belleza cambiaría el mundo. Las telas se utilizarán para crear ropa y también un espacio donde la gente pueda pasar tiempo. Y me siento emocionada de usar ropa de marmota, como si me vistiera en la luz, como una expresión de mi vida llena de luz. Mirando a la ventana, grité con alegría para ver cuán maravillosas eran las cortinas de veteado. Me regocijé al imaginar que la gente se volvería vigorosa cuando pasase tiempo en el espacio rodeado de tales cortinas. Encuentro esperanza en la realización de mi plan. Mi objetivo es crear un mundo donde las vidas humanas hermosas puedan vivir maravillosamente.