KEIKO KOMA net

 

30 Marzo, 2019

Mientras llovía en Kioto, pasé el día sintiéndome agradecida por un lugar y una oportunidad para profundizar mi comprensión de lo que es una ser humana. Esta vez fue mi primera visita a Kioto después de que los espíritus de las muertas fueron ordenados, y la atmósfera en el pasado y la calidad de la energía que solía nublarse en el lugar ya habían sido transformadas. Hay una sensación de una nueva atmósfera. Como ha comenzado una nueva era, aprendo del espacio, así como de las vidas de la naturaleza que vivir en un mundo que se ha abierto es la manera de sobrevivir a los tiempos. Vivo mi vida sólo una vez, pero he vivido como si hubiera renacido para convertirme en nueva repetidamente. Y junta con la gente de todo el mundo, deseo vivir, profundizando cada día que pasa la comprensión de lo que es una ser humana en nuestras internas y viviendo nuestras vidas. Con la esperanza de difundir esa energía al mundo, trabajo expresándome continuamente. El último día de marzo, el concierto del maestro Idaki Shin se celebrará en una sala de conciertos cerca de la orilla del lago de Biwako. El concierto cambia el mundo. Cuando se expresa en la actuación, nace un nuevo mundo, y el mundo cambia. Como he presenciado esta realidad durante 36 años, he seguido realizando el concierto, que transforma el mundo, apostando a que sucedan milagros. Por fin ha llegado el momento. En una época en la que no podemos sobrevivir sin cambiarnos a nosotras mismas, ganamos alimentos para nuestra vida y fuerza para construir el futuro de la humanidad al experimentar el concierto, donde nos transformamos totalmente por dentro. Muchas gracias.