KEIKO KOMA net

 

25 Marzo, 2019

En el aspecto y la existencia del hermoso Monte Fuji, contemplé ser japonesa. Estaba sinceramente agradecida sintiendo que debido a la presencia de la montaña sagrada, la hermosa espiritualidad del pueblo japonés se nutrió y cultivó. Cuando estoy en una tierra donde el Monte Fuji está a la vista, nunca olvido saludar a la montaña. Naturalmente, la forma en que vivo es enderezada, y regreso a la base de una ser humana para vivir con un corazón hermoso, no importa lo que suceda. Aunque siento profundamente el dolor de ser manipulada por la energía invisible de las seres humanas siendo desgarradas y divididas, me siento llorosa al ver que el pasado llegará a su fin y el camino de la vida humana repitiendo la tristeza habrá terminado. Centrándome en el futuro, viviré un tiempo de creación de una época en la que las seres humanas puedan vivir maravillosamente.