KEIKO KOMA net

 

11 Marzo, 2019

El 11 de marzo, en la época del gran terremoto del este de Japón, ofrecí una oración silenciosa, junta con todos las que se reunieron en Yui-Kobo, construida en una zona del desastre del terremoto. Creo que la gente de todo Japón ofreció oraciones al mismo tiempo. Oré sinceramente sintiendo la necesidad de aquellas que viven ahora para crear una sociedad donde las seres humanas realmente puedan vivir mediante la comprensión profunda de lo que es una ser humana. Construí Yui-Kobo para darme cuenta de la visión que vi de "una luz de esperanza que brillaría eternamente en la tierra de Tohoku". Siento profundamente que no hay futuro para nosotras a menos que construyan una sociedad cambiando la situación donde las vidas humanas son sacrificadas y llevando a cabo movimientos que permitan que las vidas brillen. Mientras llovió fuera, muchas personas de todo Japón vinieron a Yui-Kobo. Sintiendo la esperanza en este movimiento que difunde un círculo de luz, yo soy la agradecida. Muchas gracias.