KEIKO KOMA net

 

10 Marzo, 2019

Habiendo experimentado un maravilloso concierto en Kitakami donde un recuerdo desde el lejano pasado de más de 10000 años atrás de vivir en un bosque profundo revivió, estoy pasando por cambios en mi cuerpo. De su dolor, sé profundamente por adentro que no hay manera de recuperarse sino que de crecer fuera de mi viejo yo. Y también siento que toda la raza humana no puede sobrevivir sin adquirir una nueva forma de vida. Debido a nuestro encuentro con el maestro Idaki Shin, continuamente recuperamos el estado de "lo que es un ser humano" y nos nutrimos por dentro. Desde la época que ha llegado, soy consciente de que no sobreviviré a menos que viva manifestando espiritualidad y alma que fueron cultivadas a partir de la experiencia de más de 1100 conciertos. Sintiendo la necesidad de empezar de nuevo, y realmente comenzaré a vivir una nueva forma de vida.
El 11 de marzo — el día del gran terremoto del este de Japón. Muchas vidas preciosas se perdieron, y para que sus almas sean recompensadas, he vivido pensando que las que están vivas hoy necesitan trabajar para crear un ambiente donde las humanas puedan vivir sin que nadie sea sacrificada. Cuando percibí que no hay futuro para Japón sin reconstruir el área de Tohoku, siguiendo mi sentimiento más íntimo de apostar mi vida en ella, continué a venir a Tohoku después del terremoto. Construí un centro regional en Morioka, creé un café en Sendai, y, el año pasado en el aniversario del terremoto, abrí Yui-Kobo en una zona de desastre de Yamamoto-cho. En mi evento de conferencia "estar con toda tu alma", que se celebró en Sendai, percibí que encender "una luz de esperanza que brillaría eternamente en la tierra de Tohoku" construiría el futuro de Japón. Y mientras yo continuamente expresaba la más profunda demanda de mi vida en mis actividades, vine a crear "Yui-Kobo". En el aniversario, estoy sinceramente agradecida de que, junta con las personas que se reúnen en "Yui-Kobo," puedo reconfirmar mi punto de partida de la dirección hacia el futuro de Tohoku, Japón, y el mundo. Sinceramente, espero con ansias ver a todas.