KEIKO KOMA net

 

12 Febrero, 2019

 

En la víspera de la salida a Rusia, el paisaje de luz de mi vida mostró que la fuerza que venía a estar en la espalda se manifestaría. ¿Era la fuerza un verdadero poder que se mantenía oculto? Pensando en lo que el paisaje de luz significaba y reveló, mi corazón golpeó, y me fui a Rusia, preguntándome acerca de un mundo desconocido. Debido a los encuentros de las almas en Rusia, no puedo seguir viviendo una vida ordinaria. Encantadores, dramáticos encuentros llenos de romance y desarrollos de los encuentros eran algo que no podía ser impreso en azul; era un mundo que podía ser creado a partir de encuentros de almas. Cuando una experimenta un mundo que viene a ser de nueva construcción, una ya no puede vivir en un mundo hecho por el hombre. He llegado a entender que la vida de una humana sigue construyendo un mundo a través de un encuentro con un mundo desconocido. La vida de una se vuelve dinámica y enérgica. La puerta de la parte trasera del yo, oculta por mí misma y la fuerza externa, se ha abierto. Ahora tengo un pivote en el que apostaría mi vida. El futuro que imaginé desde la vista del mar congelado ha asimilado al pivote como si estuviera grabado en el fondo de mi estómago. Sintiendo que nací y he vivido por este tiempo, mi vida se ha vuelto vibrante. Desde el futuro que vi en la tierra donde emigraron mis compatriotas separados, me imagino que nuestro sincero deseo será realizado. Y cuando los corazones humanos infundidos por la tristeza de ser desgarrados se llenan de amor, percibo que se logrará un mundo pacífico. Por haber llegado a un momento de su realización, me siento agradecida por la realidad que tomo, algo que se siente como un sueño. Muchas gracias.