28 Enero, 2019
En el concierto celebrado en nuestra casa de huéspedes en el Monte Hiei, entendiendo a través de mis sentidos físicos que la humanidad se extinguiría, reconocí la realidad e hice un nuevo comienzo para vivir con seriedad. Desde la niñez, no podía soportar vivir sintiéndome vacía en el mundo que estaba llegando a su fin, y seguí buscando un mundo que continuaría existiendo. Aunque era difícil de tragar el hecho de que la raza humana se estaba extinguiendo en la época en que nací y vivía, ya lo había sentido en el interior. Como he mencionado repetidamente en mi video conferencia celebrada casi todos los días, un día de otoño hace dos años, estaba caminando por la calle Oike, donde se encuentra nuestra oficina de Kioto. Era una escena de calle diaria de gente caminando, montando bicicletas, comprando en tiendas de conveniencia, tomando autobuses o montando en coches. En el momento en que me imaginaba claramente que la escena se dirigía a la muerte y la extinción, yo estaba terriblemente sorprendida, perdiendo mi sentido de dónde estaba o del mundo en el que vivía. Cuando volví a la realidad, comprendí que las vidas de las personas serían arruinadas si continuaban su vida ordinaria, algo que la mayoría de la gente hacía sin cuestionarse. Me estremecí ante la aterradora realidad. Pero como lo vi y me di cuenta, no tenía más remedio que pensar desesperadamente en encontrar una manera de sobrevivir. La única esperanza que encontré fue el concierto del maestro Idaki Shin donde vi que los factores de una especie extinguida dentro de mí desaparecen a través de la experiencia del concierto. Desde entonces veo factores que pueden causar la extinción en cada concierto, pero he sentido que la experiencia de los factores que desaparecen está más allá de lo que llamamos un milagro. No puedo describirla simplemente como una experiencia encantadora. Constantemente pienso en la necesidad de contar a la gente de todo el mundo algo acerca de la experiencia de una vida entera que está siendo salvada, algo que sólo puedo describir como un milagro.
En el concierto de hoy, cuando oí del maestro Idaki Shin que Japón se derrumbaría, tristemente tuve que reconocer lo que había imaginado como realidad, y me despertaron. Ya sé cómo viviré y qué haré como humana. En una época que no admite ningún retraso, veo claramente que la raza humana no puede sobrevivir si no vivimos, más que nunca, con hermosas internas plenamente como seres humanas. Veo que el núcleo de nuestras vidas ha cambiado por completo. Ya no hay un mundo donde una pueda vivir de una manera egocéntrica. Se ha construido un mundo donde un individuo se unifica con el todo. Aunque estaba terriblemente sorprendida por la realidad de que Japón se extinguiera, la reconocí y me quedé decidida a apostar mi vida en la construcción de un Japón donde las niñas puedan vivir verdaderamente, algo que deseo sinceramente, apostando por la posibilidad y el milagro. Cuando me encontraba frente a la Pagoda Yasaka, me sentí esperanzada al ver que el núcleo de la vida unificada con el conjunto se había manifestado y la Fundación de un nuevo mundo ya había sido construida; mi voluntad se hizo más fuerte para mantener el compromiso de abrir el mundo nuevo. Muchas gracias.
Una casa de ceremonia del té ha sido construida en un pedazo de tierra, dicho ser un campo sin cultivar, en el Monte Hiei. Siempre me había conmovido la maravilla de sentir el universo en el pequeño espacio de un salón de té. Y cuando entré en la casa de té que construimos y contemplamos por la ventana, experimenté la trascendencia del tiempo y el espacio. Yo estaba en un espacio donde me di cuenta de que nací en un mundo eterno y comprendí el significado de vivir en un mundo eterno y de nacer. En el espacio, mi voluntad, conectada mucho más allá del universo, se mantuvo firme para pensar seriamente en el futuro de Japón y la paz en el mundo para allanar el camino para superar la crisis de la humanidad. La casa de té fue construida debido a la guía de Ser Grande. Como la guía es abundante para crear un sendero para la salvación de la raza humana, viviré recibiendo guías para construir un mundo donde podamos vivir como verdaderas seres humanas. Muchas gracias.
