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7 Agosto, 2018

Una vez al mes amo Idaki Shin tuesta café en la tienda de Yui kobo frente a la estación de Yamashita de Yamamoto-cho, Prefectura de Miyagi. Le pedí asar café "Jomon" esta vez. Estos días a menudo escucho el DVD de su concierto "Jomon" celebrado en el sitio arqueológico de Sannai-Maruyama en la Prefectura de Aomori. Siento que puedo seguir viviendo cuando siento la energía y el mundo de la época antigua de Jomon. No puedo vivir en el mundo seglar. Y no puedo sobrevivir sin vivir unificada con la vida en la naturaleza, viviendo fuertemente con un corazón ilimitado, como las personas de Jomon. La oportunidad de tomar café que contiene energía desde ese momento me hace sentir que seguramente puedo seguir viviendo. Sabiendo que era obra divina que sólo podría realizarse por maestro Idaki Shin, le pedí crearlo. Y nació el café nuevo. "La espiritualidad de Jomon es amor," fue el mensaje que escuché del café. Tomar café con la energía del amor hizo que todo mi cuerpo se calentase y transpirase a la vez. Me impresionó por su gran energía. Me sentí llena de aliento y energía para vivir en el futuro, abriendo una nueva era poderosamente.
A continuación, el café "Mt. Gojo" se tuesta. Al tenerlo por primera vez en julio, pude moverme vigorosamente, superando días de calor abrasador. En retrospectiva, entendí que solicité a maestro Idaki Shin asarlo porque mi vida había previsto el futuro. El viento del Monte Gojo sopló una vez más, y me encontré con el joven rey Tomei que fundó el Reino de Koguryo. Estaba fortalecida mediante sensores en el café con la sonrisa brillante del joven rey. Testigo de la labor del maestro Idaki Shin, factible por ningún otro en el mundo, sentí que la gente llegaría a reconocer lo que hace desde aspectos diversos. Él ha seguido a decirnos lo que es un ser humano, y he experimentado ser un ser humano a través del curso de consejería Idaki y los conciertos. Me doy cuenta que mi experiencia es de ahora y del futuro. Desde el café de hoy, aprendí que había adquirido una nueva forma de vida. Por eso, me sentía sinceramente agradecida. Muchas gracias.