KEIKO KOMA net

 

29 junio, 2018

Solo por experimentar la proyección en video del concierto "Leyendas de Koguryo redescubierto" celebrado en Sendai, se contempla una vida humana y se llega a darse cuenta de muchas cosas. Siempre he vivido pensando en la vida y la muerte. Asistir a mi hermano en su lecho de muerte me impulsó a considerar la vida y la muerte aún más. Con quien se vive es esencial, y yo no puedo sino pensar en el último momento de mi vida. He deseado vivir unificada con todo el mundo y vivir eternamente unificadas en nuestras almas después de la muerte. Vivo cada día para que pueda realizarlo. Sintiendo el dolor de la vida humana que divide repetidamente a quienes vivían unificadas en sus corazones, vivo para que deseen abrir una nueva era donde nunca se repita tal dolor.
Sigo sintiéndome apenada ahora porque preveo la muerte de las personas, que he visto desde la infancia, incluso más que antes. Percibo que si viven de una manera egocéntrica vendrán a su fin. Hay una clara distinción entre una forma de vida que va a terminar y la que va a sobrevivir. La necedad de seleccionar la anterior va a arruinar la vida. Me siento apenada de que puedo ver el estado porque no se puede romper con el estado sin darse cuenta una misma.
Del video en proyección hoy, llegué a la conclusión que vivir para salvar a otras es la manera de vivir. La reunión con maestro Idaki Shin es la manera para ponerse las personas verdaderamente a salvo. Ahora estoy decidida más que nunca a crear su ruta. Todas vivimos una sola vez. La vida humana es sagrada. Terminamos perdiendo el significado de haber nacido si no vivimos sabiamente. El hecho de que hay un concierto donde podamos recuperar la función original de nuestras vidas y experimentar ser auténticos seres humanos es nuestra esperanza de vivir. Muchas gracias.