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19 mayo, 2018

Bajo el cielo nublado donde la lluvia había cesado, la carretera de Nara se llenó de la energía de la vegetación y el aroma flotando en la orilla del río fue un aroma de Koguryo. Al sentir el aroma de la gente de Koguryo, que vivió en la tierra en tiempos antiguos, contemplé la existencia humana que sigue existiendo en la forma de un aroma incluso después de 1000 años. Mi corazón estaba conmovido por el aroma nostálgico, le que es ser lleno con un sentido de cariño. Se hizo emocionado en anticipación de un encuentro con alguien a quien quería conocer. Cuando yo ya pensaba que estaba, me di cuenta de era alguien con un alma de Koguryo. Pasando por el camino, durmiendo en la tierra de almas, almas enterradas subterráneas empezaron a moverse y la giraron cabeza hacia el concierto ''Leyendas de Koguryo Redescubierto " junto a nosotras. Se regocijó y sentía que todo el mundo quería conocer al rey Tomei, el fundador de Koguryo y a maestro Idaki Shin, que abraza la luz de la fuente del universo. Al mismo tiempo, mi cuerpo devino pesado y doloroso. Supe que era el dolor y el sufrimiento de las personas que vivían en la tierra. Al encontrar a maestro Idaki Shin en el concierto, la gente será liberada de su dolor y sufrimiento y revivirá su alma auténtica. Compartid el dolor, el sufrimiento y el dolor de la gente. Ahora es el momento de crear un mundo donde las almas brillen brillantemente.
En mi camino de Nara, pasaba por la orilla del lago de Biwako. El aroma flotando en el lago también era nostálgico, y echaba de menos a mis compatriotas. Yo deseaba ver a los que vivieron juntos conmigo hace mucho tiempo. Haciéndoles saber que nos encontraremos en las ''Leyendas de Koguryo Redescubierto "que tendrá lugar en la orilla del lago de Biwako, conduje hasta el Mt. Hiei, viendo Biwako lleno de un aroma romántico de épocas antiguas. Siento que el Mt. Hiei también es un lugar adonde mis antepasados me llevaron. Dondequiera que voy, me encuentro con las almas de mis antepasados, y junta a ellos, allanaré el camino para la realización de nuestro deseo sincero.
Al abrir la ventana de mi casa en Mt. Hiei, como me visto escuchando música del maestro Idaki Shin, el canto de los pájaros era uno con el sonido del piano. ¡Qué hermoso fue! Me sentí conmovida. Al sentirse agradecida por estar viva, mi alma tembló por la calidez y la dulzura de ser unificada con la vida en la naturaleza. Muchas gracias.