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15 mayo, 2018

Flores rojas con un aroma de Koguryo me recordaron a mi padre. Tranquilamente diciéndome a mí misma que la fragancia nostálgica era un aroma de hierba y un aroma de Koguryo, rastreando el aroma, recordé mi infancia.

La tibieza de vivir junta con la gente llena todo mi cuerpo, enseñándome que estoy viva. Porque soy consciente de que hay un mundo que no termina con la muerte física, siento profundamente que la vida pierde su sentido si no vivo como una auténtica ser humana.
Sinceramente deseaba permanecer tanto como fuese posible en el espacio llenado con el olor aromático. Me sentí contenta, siendo adoptada por el aroma nostálgico de la calidez del ser humano.
No puedo negar la vista que veo, que el mundo está al borde de la extinción. Me hace pensar sobre la vida. Veo que nadie puede seguir viviendo como se vivía en el pasado, pero todo el mundo necesita cambiar a la vez, o bien la humanidad puede extinguirse. Cada día, pienso en cambiarme a mí misma y salir adelante, pero siento que tengo que profundizar mi comprensión de las cosas y pasar a un ritmo más rápido a partir de ahora. Puedo vivir con el vigor y la riqueza en mi corazón en el hermoso mes de mayo cuando sopla un viento refrescante y las hojas verdes frescas de los árboles están brillando brillantemente. Profundizaré mi comprensión de la vida, debido a los muchos mensajes que escucho de la naturaleza. Me hace consciente de mi sensación de que tenemos prisa, y reconocer lo que siento, y expresarme y actuar para crear un tiempo cuando la situación se mueve drásticamente. Las vidas en la naturaleza me enseñan que allanar el camino para el futuro es la respuesta a todos los problemas. Me comprometo a seguir adelante. Muchas gracias.