KEIKO KOMA net

 

25 Enero, 2018 / en Tokyo

Mientras conducía en mi barrio, donde alguna nieve todavía permanecía, sentí un viento que conocía desde la infancia. El viento nostálgico al instante trajo recuerdos de mis padres muertos. Estuvieron y están todavía juntos a mí en todo momento. Cuando estoy triste, siento la presencia de un ser que comparte la tristeza conmigo. Ya que mi vida no es sólo para mí, me esfuerzo por mantener mi corazón limpio y puro para vivir unificada con Ser Grande. El aspecto hermoso de Mt. Fuji me ha enseñado a vivir. También, en el curso de consejería aplicada del Maestre Idaki Shin celebrado hoy, aprendí que no importa lo que pase, tenemos que vivir auténticamente como seres humanas. La mejor manera de convertirse en una ser humana genuina, aprender y adquirir cómo vivir como una auténtica ser humana, es conocer a amo Idaki Shin. Me siento verdaderamente bendecida y agradecida desde el fondo de mi corazón por la preciosa oportunidad de verlo. Los seres humanos que no son seres humanos, pero que se han convertido en gigantescos monstruos, han estado causando dolor indescriptible que se repite en este mundo, a través de actos atroces que no se puede hacer ningún ser humano genuino. Ahora es una época donde Ser Grande se ha manifestado. Todo será revelado, y la época se ha abierto finalmente donde nadie puede vivir, a menos que una se convierta en una auténtica ser humana. Desde la infancia, he sido alentada por la inconmensurable belleza del Mt. Fuji. Los seres humanos viven unificados con toda la vida en la naturaleza. Viejos cuentos en Japón también nos dicen que bajo ninguna circunstancia, nunca debemos perder nuestro corazón más bello y precioso. Juro expresar en vivo el corazón de una ser humana genuina. En el tiempo actual de crisis, dedicaré mi vida a mantener mi corazón hermoso, recibiendo influencias de Ser Grande, para que los milagros pueden suceder y superar la crisis. He oído que este es el invierno más frío que hemos tenido en los últimos 48 años.
El frío siempre me recuerda mi tierra ancestral de Monte Gojo. Me enseñaron cuando de pie sobre el Gojo de tierra de Monte que eran capaces de sobrevivir el frío porque sus corazones estaban muy cerca unos de otros y se ayudaban unos a otros, y la gente abrazaba la calidez en el corazón. Podemos superar cualquier cosa si siempre vivimos con nuestros corazones conectados entre sí.

Muchas gracias.