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3rd Mar. 2017

La 3 de marzo es la fiesta de la flor de melocotón y recuerdo que mi padre me llevaba siempre al bazar de Darhuma en el templo de Jindaiji famoso por las instalaciones de Hina bellamente decoradas con flores de la paz. Permanecía en mi vida un paisaje de luz inolvidable. Mi padre arregló flores que han fallecido, pero él amó cada festividad estacional que también me encantaba ya que representa cambios de la naturaleza y dio la bienvenida a una temporada nueva. Desde la infancia me encantaba mejor la flor de durazno. Solía decir a mí misma que el Japonés amó la flor de cerezo pero me encantó la flor de melocotón. Siendo japonesa, yo me preguntaba por qué tenía esta preferencia y anhelaba la tierra original de mis antepasados.
En el año 2008, me guio para venir a Kioto y comencé a abrir mis instalaciones desde el año 2009, en la antigua capital asociada a mi antepasado. Quería pavimentar un camino para unificar el este asiático. Un día cuando estaba en un taxi en la ciudad finalmente fui atraída por una visión de una flor de melocotón que me levantó una voz de alegría. El taxista dijo que mientras una flor de cerezo era japonesa, una flor de melocotón era para los chinos. Fácilmente podía entender esto. En el mismo año fui a un sitio histórico de Koguryo, en China, que estaba cubierto de nieve. Un guía local dijo que no hubo ni hay cerezos en flor, sino flor de melocotón. Asentí profundamente.
En mi infancia me regocijé buscando una flor de ciruelo en el tiempo medio del invierno como está prevista la llegada de la primavera. Frente a la puerta de mi casa, una flor de ciruelo solía florecer por todas partes para hacer un arco de flores. En marzo podía salir hacia afuera con alegría cardiaca, acogiendo con beneplácito la llegada de la primavera y la temporada de una flor de melocotón. Recordé un recuerdo bueno en mi infancia. Las almas de mis antepasados fueron revividas con estas historias de flores el 3 de marzo, el día de un festival de durazno.