KEIKO KOMA net

 

19th Nov. 2016

Hojas de árboles mojados bajo la lluvia son rojas y caen. Por alguna razón, recuerdo un día de lluvia en mi niñez: un día alegre con mi madre. Hace unos días recordé jugar en una playa en Izu con mi madre. En mi infancia, sentí un malestar grande y sólo con mi madre pude sentirme feliz y segura. Sentía que sin ella yo no sería capaz de vivir encima. En el año 1998, llegó el día que había más temido. Mi madre murió. Sufrí del dolor más grande que nunca hubiera podido ser curado por ningún medio. Debido a la presencia de maestro Idaki Shin y mis compañeros, coloqué el mentón hacia arriba. Mientras el tiempo pasaba me di cuenta de la naturaleza eterna de un alma humana. Estoy agradecida de estar viva ahora. La tierra cubierta de gotas de agua, árboles, montañas y ríos ha revivido un día hermoso en mi niñez con calidez y serenidad. Diré a las personas algo acerca de esto como un día de lluvia me da tiempo para hacerlo.

El mar que he visto con mi madre
Me ha hecho añorar un mundo a través del mar.
Sinceramente deseaba vivir con ella.
El mar,
El calor de mi madre.
Nunca olvidaré su calidez.
Le agradecí haberme permitido vivir encima.