KEIKO KOMA net

 

6th Apr. 2016

Montañas bellas y la afluencia de limpieza de ríos en la tierra de cuarenta grados de latitud norte purificaron mi vida con vigor nuevo. Comencé el día al rezar por una paz global y expresando mi gratitud pude haber podido contribuir a ello. También me gusta mucho dar las gracias a alguien por la celebración de una reunión para la apertura de un futuro de Tohoku y de Japón en nuestro centro de Tohoku con la calidez del corazón de las personas sentadas alrededor de una mesa grande. El cielo alto me enseñó que nuestras expresiones aquí se difunden al resto del mundo mientras incidentes miserables ocurren en todo el mundo siendo realmente dolorosos y me llevaron a pensar y a tomar medidas sin costuras para hacer algo. En realidad un espacio abierto fue glorioso y la vida en la naturaleza me enseñó que la verdad llegaría a todos los rincones del mundo.
Estrellas brillantemente brillantes en el cielo nocturno parecían muy cerca de mi vida y me abordaron. Mientras escuchaba sus mensajes mi vida llegó a ser enchufada a un mundo sin fin sin fronteras. Este era el estado verdadero de la vida humana y las almas. Debemos recuperar esto y empezar a vivir una vida brillante en el centro del universo. Nuestro mundo sería totalmente renovado por uno pacífico. Me sentí autorizada para seguir con valentía adelante. Verdaderamente disfruté de la conversación con una estrella que me transmitió un mensaje de paz. Muchas gracias. Cada momento deberá dirigirse para la realización de una auténtica paz en todo el mundo. Muchas gracias.