KEIKO KOMA net

 

17th Dec. 2015

En el curso de conserjería de Idaki de hoy, celebrado como el último de este año, fresas brillantemente brillantes fueron mostradas que fueron traídas para arriba con la música del piano interpretada por el maestro Idaki Shin. Eran bellas y hermosas. Yo las broté con amor y vendí con alegría grande. Mientras he estado trabajando deseando contribuir a la recuperación de Tohoku después del gran desastre de Tsunami estaba contenta de haber instalado el sistema de sonido de Idaki Shin del que estábamos orgullosas como el mejor del mundo en todas las casas de fresas en la aldea de Yamamoto de las que el 90% fueron destruidas por el Tsunami. La gente había reconstruido casas para vivir las generaciones futuras encima. Fueron produciendo fresas brillantemente brillantes debido a la potencia del sonido de Idaki Shin. Lamentablemente toda nuestra existencia se agotó inmediatamente y me alegré sinceramente como muchas personas en Tokio deseaban apreciarlas. Pediré más la próxima vez por lo que podríamos darlas a más personas.
En los cursos aplicados de conserjería de Idaki oí algo acerca de un amor completamente nuevo que era indispensable para vivir cada ser humano encima. Una era nueva brillaba con esperanza grande. Viene una era humana totalmente renovada. Esto fue como un sueño y sentí una gran alegría. De hecho fue cambiando nuestro mundo en uno nuevo.
Una gran transformación de la historia humana se llevaba a cabo de una manera que nadie había imaginado. Mi corazón tembló como mi vida sabía que esto era la verdad. Debido a este cambio, personalmente mi vida se salvó aunque me había dicho un médico morir de una enfermedad fatal dentro de dos meses. El concierto de Idaki Shin siempre me hizo comprender esto. Su próximo concierto a realizarse el 24 de diciembre sería un acontecimiento crucial y mi vida gozosamente anticipaba una experiencia grande al participar en él.