KEIKO KOMA net

 

30th Nov. 2015

Cuando recogí una hoja caída de un árbol todavía tenía una parte verde que impresionó mi corazón como generalmente colores de la naturaleza lo hicieron. He estado creando obras de arte de marmoleo. Recibí muchas inspiraciones de matices de colores de la naturaleza. A mi lado el amo Idaki Shin fue un asador de café y sentí que granos de café procedentes de África eran felices, mientras que desde la infancia he disfrutado hablando con árboles, flores y viviendo en la naturaleza. Por lo tanto, cuando vine a servir o asar café escuchaba mensajes de las habas que manifestaban Ser Grande. Potenciales originales llegaron a ser visibles y realmente disfrutamos de ello. Estos días he visto muchos artículos que informaron aobre el efecto saludable del café. El café anterior era considerado nocivo para nuestro organismo. Recuerdo que cuando fui a Etiopía y bebí un café me sentí como beber medicina; desaparecieron todas las fatigas y salieron energías nuevas. El pueblo etíope me dijo que el café era una medicina desde la antigüedad. Habiendo regresado a Japón se contó esta historia sin embargo la mayoría de las japonesas no creían esto en aquel momento aunque algunas investigaciones sobre la historia del café respaldaban mi punto; el café se convirtió en una bebida popular a nivel mundial ya que se consideraba un agua milagrosa que era capaz de curar una enfermedad. También vine a saber que filósofos se reunieron alrededor del café y se abrieron muchas tiendas de café como el café servido, iban a ser despertados a la verdad. Tiendas de café sirven a personas para intercambiar información valiosa. Sin ser consciente de esto vine a celebrar un salón de reunión sobre el café y hablamos sobre la realización de una paz global. Para mi felicidad todo lo que yo había expresado resultó ser cierto en una etapa posterior. Debido a nuestra amistad con Etiopía que fue la cuna del café nos vino naturalmente importar directamente y vender café original de Etiopía en Japón. Me pidieron promover lo bueno y delicioso del café como lo fue. Ahora que incluso en Japón el café era ampliamente reconocido como algo sano, sentí que el corazón de los africanos fuese recompensado. Yo estaba extremadamente contenta de que estábamos viviendo en una era de la verdad. Con esperanza en el corazón vivo encima en verdad a la verdad. Muchas gracias.