KEIKO KOMA net

 

23th Jul. 2015

En el Santuario de adoración a Sarutahiko cerré los ojos para hablar con él. Un sonido de cigarra se hizo eco de mi interna; se convirtió más ruidosa toda de una vez y luego se desvaneció. Me di cuenta de lo preciado de mi vida y me imaginé una historia triste que obligó a la gente a vivir una vida miserable. Ya que yo mismo estaba sintonizada con la profundidad de mi mente y un mundo más allá del universo, nació un gozo grande. Reconocí que fue unificado con el espacio universal de nuestra vida y nuestra alma fue interminable.
Me enseñaron que para comenzar a vivir una nueva vida podría generar un país nuevo. Me di cuenta de que vivir una vida veraz a nuestros deseos más profundos era la manera de hacerlo. El sonido de una cigarra se convirtió en orquestal, asimilado el espacio y unificado con el mensaje divino y las palabras. Sentí que estuviera ahora en el escenario en el concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas. El sonido de una cigarra era la música interpretada por el maestro Idaki Shin. Cuando el mensaje me enseñó algo acerca de una triste historia de la humanidad, el sonido también se hizo eco de la tristeza en mi corazón y cuando me di cuenta de la eternidad de un alma humana conectada con el mundo de origen más allá del universo, sonaba como una orquesta. Así estaba acompañada mientras terminé de escribir un mensaje divino en un poema que recibí allí.
Expresar una voz de la Gran Madre Tierra, las almas de las personas y Dios fue el momento más alegre de mi vida. Siempre me han enseñado que los seres humanos antiguos eran mucho más ricos en el corazón que la gente moderna y hermosas anímicamente. La visión divina del lago Biwako fue inscrita en mi mente como un aroma de viento de actitud encarecida del lago que me trajo numerosos mensajes de las almas de las personas. Quería encontrarlas otra vez en el concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas.