KEIKO KOMA net

 

7th Apr. 2015

Nuevos brotes de árboles fueron brillantemente brillantes como un burbujeo de luz y agua en el espacio. Después de la temporada de flores de cerezo nuevos brotes verdes brillaban y una bonita temporada había llegado también este año. Sentí el aliento de vida en la naturaleza que dio la bienvenida con alegría a la hermosa primavera después de haber soportado un invierno frío. Mi vida se convirtió en vigorosa.
Cuando pasé por un arco de árboles cerca de mi casa y el jardín botánico Jindaiji, siempre recordé a mi padre, que había estado muerto muchos años. Un gran árbol estaba parado recto hacia el cielo. Junto con él solía caminar por la carretera llevando un arco de árboles eternamente adelante que manifiesta un mundo hermoso en primavera con el color de las flores de cerezo y a principios del verano la de árboles frescos del verdor. Cuando llegó una ráfaga de viento, sentí una hermosa ola de árboles como si estuviera navegando en un mar de luz. He apreciado mucho la belleza de esta carretera. En verano el verde oscuro de los árboles se convirtió en fuerte y agitado en un viento entre las hojas y hacía un sonido de modo que podía oír una voz del alma de mis antepasados que vivían allí desde tiempos inmemoriales. Mi alma tembló como me di cuenta que solían trabajar muy duro. En invierno habían caído todas las hojas y pasamos un período descolorido y esperé la llegada de una primavera colorida. Así cuando pase por esta carretera anhelé la vida de mis antepasados.
Para el 3 de marzo, en el Templo Jindaiji un festival de flores de ciruelo y Daruma abierto mercado aéreo se llevaron a cabo y cuando el primer viento de primavera había soplado cada año lo recordé ahí junto con mi padre. El templo fue conocido por su rollo de imagen que me dijo un romance triste en la antigüedad de una pareja entre Koguryo y Japón. En realidad hubiera sabido acerca de esta historia antes de serme contada por alguien como directamente había recibido un mensaje de la tierra sobre esto. Ahora podría darme cuenta con mi propia vida que estábamos viviendo una nueva era y todas las almas de las personas podrían ser amamantadas, resucitadas para unirse a nosotras. No estábamos solas como muchas almas de la gente vinieron junto con nosotras conjuntamente para crear una era humana realmente buena. Me recompensaría esto y sinceramente deseaba crear un nuevo mundo que nunca sacrificaría una preciada vida humana y permitiría a todo el mundo vivir una vida brillantemente brillante y rica.