KEIKO KOMA net

 

26th Mar. 2015

En el Monte Hiei podía sentir el aroma de un día de vacaciones de verano en mi adolescencia y quedé llena de esperanza en el corazón para anticipar un futuro maravilloso. Habiendo llegado allí anoche hoy nos dirigíamos a Tokushima para sostener el concierto de Idaki Shin. En el camino disfrutaba del paisaje lleno de nostalgia y reconocí la llegada de una era nueva. Por dirección misteriosa desconocida, he venido a sostener este concierto por primera vez cuando había estado preocupada por la situación actual de Japón. Me imaginé que Tokushima era el lugar del gran terremoto. En el concierto experimenté la energía de la virtud y vórtice que fueron el tema del mensaje por Maestre Idaki Shin. Estaba muy agradecido a esta preciosa experiencia y su orientación por un mensaje divino sobre el que digo a la gente más y más. Hoy puedo alimentar mi vida y mi cuerpo para la creación de un mundo futuro para vivir todas las niñas encima. Ahora era el momento de crear un país nuevo y cada persona debía vivir una vida rica internamente y manifestar su verdadero yo. Había llegado el momento. Seguir expresando el deseo más profundo era la clave y sinceramente deseaba que mucha gente llegaría a nuestro concierto.

Unidad de la vida
Vida apacible y amable
Vida de una niña brillante
En la eternidad