KEIKO KOMA net

 

22th Dec. 2014

Las tazas de cerámica creadas por Maestre Idaki Shin fuera del horno en nuestro estudio en Monte Hiei eran hermosas y manifestaron una energía conectada al universo infinito. Como tenía una con mis manos y la giré para verla desde todos los ángulos oí una gran felicidad apreciándola. Sonreí como me di cuenta que sin intención naturalmente había practicado una manera tradicional de nuestra ceremonia del té. Me conmovió el corazón de la cultura japonesa y mi alma se purificó. Una taza de té fue dicha elevar la espiritualidad de la vida humana. Me di cuenta de esto y se me llenó de mucha creatividad. Me sentía como contribuyente al resto del mundo compartiendo sus obras de arte que cultivasen la riqueza de la vida y el alma.
La belleza de la cultura alimenta los seres humanos y los brotes de vida para el futuro. Mientras estábamos viviendo en un mundo moderno donde la gente había perdido almas humanas, darse cuenta de la belleza de los corazones humanos bajo cualquier circunstancia era una clave para crear un mundo nuevo para vivir todo el mundo una vida brillantemente brillante. Estaba segura de que en algún futuro llegaría un momento para cambiar drásticamente nuestro mundo y el estado de la vida humana en uno altamente desarrollado al mismo tiempo. Después de haber experimentado cómo seguir quemando el horno me di cuenta con mi propia vida del momento para hacer un gran cambio que llevaría a beneficio esta preciosa experiencia. Estrellas brillantes en Tokio parecían transparentes y se estaban volviendo cada vez más brillantes. Recibí un mensaje que era el momento. Esto debería ser una señal en el cielo azul oscuro que estaba ocurriendo una gran transformación. Sentí un gran movimiento a punto de llegar. Vida brillante y corazón hermoso podrían hacer que ocurriese. Abrazaría la paz en el corazón siempre me lo pensaría y me encabezaría hacia el futuro. Muchas gracias.