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10th Aug. 2014

Las Leyendas de Koguryo Redescubiertas

Podía crear un poema expresando un lucizaje que me imaginé cuando sintonicé mi corazón y escuché la música de Maestro Idaki Shin improvisada. A veces sentía el estado de mi interior y narré la voz de un alma a la profundidad del mundo. Sabía que cuando expresaba una, almas de personas llegaban a ser resucitadas. Así que era obvio que mis expresiones podrían cambiar nuestro mundo y crear uno nuevo. Había un mensaje de un alma que se oía sólo cuando visitaba un sitio histórico relacionado a ella y cuando me encontraba con una, quedaba grandemente conmovida cordialmente, derramaba lágrimas y sentía el gozo supremo de conocer a un alma trascendiendo un gran lapso de tiempo. Debido a la música creada por el Maestro Idaki Shin, quien fue plenamente capaz expresar en música las sensaciones, emociones y los movimientos sutiles de un corazón que nunca podría ser expresado por las palabras, siempre experimentaba que podría unificar el pasado con el presente. El alma hermosa y veraz y la alta espiritualidad de las personas que vivieron en el pasado podían ser compartidas ahora. Mi alma daba un salto grande. Nada podría proporcionarme este momento sumamente precioso de la vida. Mi vida y mi alma temblaban de derramar lágrimas reconociendo las disposiciones por Ser Grande que llenaba el espacio circundante. Había llegado el momento de ser despertada por nuestra alma y me imaginé un futuro maravilloso. Un alma humana era en verdad eterna y brillante. De repente me di cuenta del significado y la razón de mi vida y cómo yo debería vivir.
Hoy en día como bueno reuniéndome en el salón del Café Akira, puse el video del concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas que había celebrado el 7 de julio y me di cuenta del estado de vida trascendiendo el tiempo y el espacio. Estaba llena de alegría de estar viva como ser humana y quería compartir esto con personas de todo el mundo.
Me dirigía a los conciertos de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas a celebrarse en Iwaki, Sendai, Oushu-Iwate, Kioto y Nara para que la gente recuperase la auténtica espiritualidad japonesa y un alma para abrir un futuro maravilloso, mientras he estado rezando por la paz mundial desde que yo era una niña de tres años. Había renovado mi corazón y difundido energía de paz desde Japón al resto del mundo.