KEIKO KOMA net

 

27th Apr. 2014

Vida humana

Un miembro del personal voluntario me presentó un libro viejo con una tarjeta de letrero que decía «Misterioso reino de Koguryo». Este fue el mismo libro que recibió el año nuevo de 1998. Mi corazón fue conmovido grandemente por la foto del lugar de nacimiento de Koguryo, el Monte Gojo. Saltó en mi vida. En ese momento compuse mi mente para ir al Monte Gojo. Mi libro no tenía la tarjeta, así que me sorprendió en el subtítulo que vi por primera vez. Aunque se trataba de mis ancestros, me impresionaron enormemente las palabras. La verdad siempre ha salvado mi vida, así que mi alma tembló y se sintió agradecida a la naturaleza maravillosa y misteriosa de la vida humana. Estaba feliz de haber nacido con la constitución para poder entender la verdad de la historia escuchando música del Maestro Idaki Shin. Esta fue una alegría grande más allá de cualquier expresión en palabras y me sentí muy agradecida por nacer como una ser humana. Sólo observando fotos de Koguryo podía sentir el viento especial de Koguryo, y mi alma tembló. Si no me hubiese topado con él no sería capaz de sobrevivir, como no había otra forma de darse cuenta de la verdad. Estar viva ahora fue algo milagroso. Nadie debería ser capaz de imaginar que la historia de Koguryo fuese heredada dentro de mi vida. Porque Maestro Idaki Shin ha investigado completamente la vida humana y descubierto la verdad, él podía clarificar el estado de mi vida y la historia verdadera de Koguryo. Ahora las almas de mi antepasado fueron resucitadas y trabajaban junto a mí. Un ser humano era un ser maravilloso. Ahora que muchas almas fueron revividas y convivían dentro de mi vida, podía profundizar más en mi entendimiento de la vida humana y sentir una esperanza grande para un futuro incierto próximo. Quería decirle esto a la gente muchas veces, y sacando provecho de mi corazón seguiría pensando y moviéndome hacia delante.
Para mi felicidad yo he sido siempre provista con un mensaje o una carta desde un viento, ya que mi vida fue unificada con el mundo anímico.