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25th Apr. 2014

Mi terruño

Mientras entraba en mi casa en Kioto, la foto de la torre de Yasaka que llamé ‘viento azul’ saltó dentro de mi corazón para difundir una energía de viento azul toda de una vez. Delante de la mesa hubo un marco fotográfico de un lago retratado desde el monte Gojo, distrito Huaren I, Ryonei, China, y una caligrafía de mi poema que pinté con tinta negra. Sólo con observarlos mi alma tembló, y una energía surgió desde dentro de mi corazón para guiarme hacia un futuro. Mi terruño fue la fuente de energía vital y encarecí esto cordialmente agradecida.
Mi casa en Kioto me hizo reconocer que el viento azul especial y el paisaje de mi terruño siempre estuviesen envalentonando mi corazón, y estaba agradecidamente pavimentando una vía para unificar países de Asia oriental de los que soñara desde la niñez. El tiempo ha venido, y ahora mi corazón fue incendiado con bengalas de entusiasmo, mientras mi vida fue destinada a venir a Kioto y abrir mis lugares para difundir nuestras actividades a los países de Asia oriental y el resto del mundo. Hasta ese tiempo seguiría moviéndome hacia delante.
Mi vida fue provista con muchas cosas maravillosas muy allá de mi imaginación. Mi corazón fue excitado y relleno de esperanza y sueños. Agradecí mi vida. Ahora fui guiada al monte Hiei y devine excitada ante encuentros misteriosos que no supe expresar correctamente en palabras.
Fue cuando fuera estudiante de bachillerato intermedio que en viático escolar fuera a Nara y el monte Hiei. Cuando caminara a lo largo de un pasillo pequeño junto a un arrozal en Nara de repente estallé en lágrimas por un sentimiento de nostalgia, y cuando conduje debajo de noche desde el monte Hiei a Kioto la vista similar de nostalgia grande fue grabada en mi corazón como si hubiese sacado una foto con mi interior. Desde entonces esto permaneció permanentemente dentro de mi corazón como lucizaje maravilloso. Cuando abrí mi lugar en Kioto de repente, recordé mi experiencia pero no comprendí profundamente el significado ni osé pensar en ello. Años han pasado, y el año pasado cuando celebré mi exposición de obras de arte de mentizaje en Nara de cara a la ruina histórica del palacio de Heijou, por casualidad en el camino de regreso desde Nara a Kioto conduje por el monte Hiei de noche e imaginé el mismo lucizaje que tuviera en mi corazón. Alcé mi voz de brindis y sorpresa y dije que ‘este es el lugar acertado’. Fui golpeada por un impulso fuerte y el tiempo pareció haber parado. Pasado y presente fueron unificados. Ahora finalmente el tiempo ha llegado cuando la verdad iba a ser manifiesta. Fui destinada a abrir un estudio nuevo en el monte Hiei. Mi vida fue una verdaderamente misteriosa, y muchas cosas imprevistas habían pasado. Reconocí mi deseo más profundo dentro de mi corazón que fue tremendamente fuerte. Me excité anticipando lo que vendría después.