6th Jan. 2014
Regresando a Tokio
Bajo el cielo frío invernal una flecha de luz celestial ha venido en mi camino de regreso a Tokio y hubo muchos encuentros con provisión por Ser Grande. El cielo puro y transparente en azul celeste tiñó el ocaso el violeta malva. ¡Cuán bello lucizaje fue! Recordé la experiencia en el monte Pektou que me mostrara que la belleza fuese la fuente de nuestra vida. En esta era nueva expresaríamos belleza en la vida cotidiana y pavimentaríamos una vía para un mundo verdaderamente pacífico. Fue hora de hacerlo todas juntas. Mi alma tembló. Sentí una atmósfera de libertad en Tokio y con alegría y agradecimiento viviría una vida armoniosa con la naturaleza y su belleza. Me movería hacia delante al paso próximo.
