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18th Nov. 2013

Mar de Japón

En el camino desde Kyoto a Toyama por la carretera de Hokuriku sentí un aroma nostálgico con el ruido de olas marítimas y mi alma tembló. Me sentí como si imaginase un paisaje del continente principal sobre el mar vasto y mi vida deviniese agregada a él. Los tiempos antiguos fueron resucitados y me sentí como si hubiese acabado de aterrizar en Japón allende el mar. La historia triste humana debería haber acabado y un mundo glorioso lleno de esperanza fue ampliamente abierto. Una era humana nueva ha venido y mi alma tembló. Hubo un arco iris bello en el cielo vasto que manifestó los colores de Koguryo. Nunca hube visto un arco iris tan bello así que sentí que nuestro futuro estuviese prometiendo uno, y el sendero para una paz global fue grandemente desarrollado todo de una vez.
Hoy sentí que el Mar de Japón estuviese brillando brillantemente con luz de esperanza mientras siempre reflejase tristeza y me hiciese triste. Anticipé una esperanza grande para el futuro y me encabecé hacia Toyama y di mi conferencia con agradecimiento. Sentí que numerosas almas gentilicias estuviesen presentes y me escuchasen. Cuando nuestra alma fue mudada pudimos realizar la naturaleza humana y devenir verdaderamente humanas. Imaginé que cuando el alma propia deviniese un resplandor pudiésemos crear un futuro maravilloso para Japón. Así que seguiría entregando mi conferencia y mañana iría a Nara y luego a Kyoto guiada por un encuentro anímico. Contestaciones a esta guía serían esclarecidas en algún futuro y mi vida fue grandemente animada. Muchas gracias.