KEIKO KOMA net

 

29th Oct. 2013

Monte Fuji

En mi camino de regreso desde India, vi el monte Fuji. Pareció misterioso y bello como flotando en el espacio. Eso conmovió mi corazón mucho. Desde que fuera niña observé el monte Fuji desde mi casa en Tokio cada día y he sido envalentonada por ello. Dudé si Dios lo hubiese creado como regalo para los japoneses y también imaginé su figura que el rey Jakou hubiese visto cuando llegara a Japón; dándose la vuelta desde el ruido de olas blancas marítimas, el monte Fuji fue observado como símbolo de mundos blancos y negros. Derramé lágrimas desde el asombro y la compasión. El monte bello estuvo valiente y bellamente parado para encarecer al rey Jakou y cada cual quien viviera en Japón desde tiempos antiguos. Ahora la humanidad debería ser unificada con Ser Grande y la naturaleza dondequiera que una estuviese viviendo. Almas ancestrales mías quienes vivieran vidas exiladas en Japón fueron resucitadas y se quedaron conmigo para abrir un mundo verdaderamente nuevo humano que nunca repitiese la tristeza de separación y destrucción del país propio. Vistos desde un mundo pacífico todos los actos humanos de agresión y guerra fueron contra la ley de la naturaleza y la humanidad. Quienes viviesen una vida feliz debiesen reconocer la miseria de gente cuya vida estuviese repitiendo patrones de tristeza y agonía. Cualquier acto que fuese contra la humanidad y dañase la vida humana nunca sería autorizado a ocurrir en una era nueva. Cada ser humano debería reconocer esto. Cuando una persona comenzase a vivir una vida verdaderamente humana, cada dirección que fuese contra la naturaleza humana y la ley de la naturaleza sería esclarecida y transformada. En este respecto cada persona era responsable de un cambio grande por la paz mientras Ser Grande hubiese estado ejerciendo sus provisiones grandes sobre nosotras para despertarnos a una vida verdaderamente humana.
Fui alegre de haber recibido un mensaje desde nuestro amigo libanés, el Sr. Nazih Ghadban, quien estuviera compartiendo el concierto de Idaki Shin y el concierto de las Leyendas de Koguryo Redescubiertas mediante transmisión en vivo por Internet desde hace más de un año y confiase en nuestro sendero para vivir una vida bella anímica y conectada con Ser Grande bajo cualesquiera circunstancias difíciles. Como dijera el Sr. Idaki Shin que la riqueza anímica fuese el norte eterno de nuestra vida, recé que nuestros interiores permaneciesen enchufados los unos con los otros en el mundo eterno de almas y que siguiésemos compartiendo nuestras actividades concertantes y venciésemos cualquier cosa juntas con nuestra gente colega viviendo bajo situaciones severas en los países de Medio Oriente.