29 Dec 2009
Noche santa
Al oír la primera nota del concierto de esta noche fui llenada de energía agradable y nodriza proveniente de un mundo bien amado. Amainó dolores de mi corazón y devine purificada y relajada. Este era un mundo para cada criatura viviente y reconocí que mi vida se había regodeado extremamente en este encuentro. Recordé que en mi adolescencia llegué a saber acerca de Jesucristo quien me había animado enormemente a seguir viviendo mientras sufría con el abismo mental. Leí cuantos libros pude acerca de él. Aunque viviera dos mil años ha, su presencia en el pasado me mostraba un modo de vida para seguir viviendo. También recordé con claridad que el día en que escuché la música del Sr. Idaki Shin por primera vez, la nota del piano me había animado mucho. Y hoy tuve la misma sensación mientras escuchaba su concierto de piano solo en Suginami, un lugar especial donde celebrara su primer concierto más de veinticinco años ha. Realicé los deseos originales que tuviera cuando comenzara las actividades de Idaki desde Suginami. Fui tocada por un viento y aroma de amor. El amor era efectivamente la fuente para seguir viviendo. Sentí una ráfaga de brisa tibia que me hizo encontrar un ser divino. Derramé lágrimas de alegría extrema. Deseé compartir esta experiencia suprema con cada cual en tierra. Reconocí que todos los caracteres artificiales de mi vida habían sido desprendidos. Realicé mi ser verdadero.
