KEIKO KOMA net

 

1st Mar 2013

Cambiar el mundo

Desde la niñez creí que muchos adultos ayudarían a niñas hambrientas en países africanos. Sin embargo muchas murieron, en vista de la cual miseria grité por socorro toda mi vida. Mientras adolecía y llegué a conocer andamiajes negativos de la sociedad humana que oprimían vidas humanas, fui apaleada por vanidad y reclamación. Perdí vigor para vivir encima y estaba a punto de morir en plazo de dos meses cuando encontré al Sr. Idaki Shin, quien salvó mi vida estregando todas las influencias y los destinos negativos heredadas dentro de mi vida. Recuperé mi identidad verdadera y comencé a vivir una vida nueva veraz a mis deseos más profundos. Desde entonces mi vida devino una milagrosamente próspera, y pude comenzar actividades para ayudar a gente en África que encareciera desde la niñez. El Sr. Idaki Shin me dijo que nunca debiese parar de ayudarla tanto que viviese y seguí su consejo. Mientras trazaba mis raíces, llegué a visitar la tierra de Fenicia, y en Líbano en Medio Oriente, guerras han estado dominando vidas gentilicias y sacrificando a gente numerosa. Imaginé la espiritualidad alta de gente fenicia quien resistiera cualquier injusticia desde tiempos antiguos. Gente conocida allí me acogió como miembro de su familia y compartí sus lágrimas de sangre numerosas veces mientras vidas humanas preciosas hubiesen sido sacrificadas tanto tiempo. Dudé porqué seres humanos no pudiesen dar solución a esta situación inaceptable, mientras un número enorme de gente viviese allí en tierra. Siempre porté esto en mi mente y procuré encontrar un camino para realizar una paz global como solución drástica, ya que supe que el concierto de Idaki Shin fuese el atajo para hacerlo, debido al Sr. Idaki Shin, quien siempre luchara contra influencias negativas sobre vidas humanas al riesgo de su vida, y seguía creando un mundo completamente nuevo disolviendo energías de oscuridad en luz. Treinta años han pasado desde que comenzó los cursos de asesoramiento de Idaki y veintinueve desde que comenzáramos a organizar su concierto y nuestro mundo fuese completamente transformado en uno nuevo. Sociedades humanas que sacrificasen vidas humanas llegarían a un fin y la verdad seria manifiesta doquier. Pasase cuanto pasase debiéramos seguir veraces a la verdad realizando justicia. Nuestros conciertos celebrados en Japón han estado influyendo sobre el resto del mundo sin costuras para crear un cambio grande. Fuimos unificadas con almas gentilicias por todo el mundo. Ser Grande ha estado ejerciendo sus provisiones para que cada persona pudiese contribuir mucho a cambiar nuestro mundo. En este respecto fui enormemente agradecida de poder celebrar nuestro concierto conmemorativo por treinta años de actividades de Idaki el 2 de marzo en Kyoto. Avanzaría por mor de generaciones venideras, como hubiese deseado desde la niñez.
Mientras miraba hacia arriba el cielo bajo la torre de Yasaka, imaginé gotas de luz bajando desde el cielo. Las consideré lágrimas de dios, y las recibí con mucho cuidado. Parecían venir sobre nosotras para purificar la tierra antes del concierto venidero. Muchas gracias.