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18th Jan 2013

Ferrocarril galáctico

Tan pronto como hubiese oído el título del mensaje mi corazón devino excitado, llenado con alegría de estar viva abrazada por la resonancia romántica de música y abrazada a una añoranza por un mundo incógnito. La música tocada por el Sr. Idaki Shin efectivamente manifestó a Ser Grande cada momento tras momento que me maravilló mucho mientras no pudiese reconocer debidamente sus recursos ilimitados ricos hasta el concierto hodierno. Experimenté que mi alma hubiese viajado por el universo en un ferrocarril galáctico y volase libremente sobre el espacio cósmico. Desde ahora en adelante aunque fuese viva con un cuerpo, nunca sería capturada por andamiajes de un mundo existente visual y físico y comenzaría a vivir una vida veraz a la naturaleza veraz del alma. Fui muy alegre y mi alma tembló ante la riqueza de la vida humana y sinceramente quise continuar la experiencia hodierna de un viaje cósmico. Mientras tanto creé un libro poético titulado ‘Poesía de la Madre Tierra Septentrional’ con mis fotos y poemas creados cuando mi alma temblara y me hiciera derramar lágrimas. Cada vez mientras observaba este libro fotográfico mi alma tembló y fue llenada con alegría. Cada cosa allí fue una expresión anímica. Lugares con el nombre de ‘Koma’, sauces saludando al viento y su imagen reflejada en una superficie acuática del río Kitakami me hicieron derramar lágrimas y recordar un lucizaje de mi terruño que encareciera en mi corazón tanto tiempo.
Atraída por un aroma nostálgico eventualmente me sentí como hechura de Washi, papel tradicional japonés, aunque no tuviese idea por qué razón ni su usanza. Sin embargo mientras supe que cosas maravillosas serían causadas a pasar mientras expresase mi corazón sincero, así que seguí mi intuición y trabajé en papeles intentando visualizar un aroma especial. Mi corazón devino excitado anticipando un futuro maravilloso y creé algún Washi, un día sobre la baranda de mi casa en Morioka ayudada por un viento ameno, y el otro día en una casa vieja de uno de los miembros de mi elenco con un viento de nostalgia que me hubiese llevado una vida anímica ancestral quienes originasen haciendo Washi. Mi alma tembló y derramé lágrimas; sin ser enseñadas por alguien, sus almas me enseñaron cómo hacerlas, viniendo juntas con un viento y un aroma. Sentí la presencia anímica de mis ancestros y finalmente llegué a crear obras artísticas que revivieron un lucizaje antiguo. Transporté la alegría de ver a cada cual otra vez y a través de ojos lagrimosos observé libros fotográficos que manifestasen el momento de encuentros con almas gentilicias. Mi alma tembló.