26 Nov 2009
En el museo de Nara
Conduje a Nara desde Kyoto bajo un cielo puro de rayos bellos. Cuando pasé por el río Kizu, cerca de las ruinas antiguas del templo de Koma, un rótulo atrajo mis ojos ya que decía que estábamos en la tierra de Koma. Así que creé el siguiente poema:
En la tierra de Koma
Un cielo triste fue reflejado en mis ojos
Y la vanidad de las vidas de la gente fue grabada en esta tierra.
Han estado entregando mensajes silenciosos
Que sólo podían ser oídos por el alma propia y encarecidos mutuamente.
La luz nunca ha sido extinguida.
Sin embargo, nunca ha sido vista desde fuera.
Muchas generaciones han pasado.
Ahora un viento nuevo ha soplado para anunciar la llegada del tiempo.
Ruidos tronantes fueron oídos
Y reclamaciones de la historia acumuladas profundamente bajo tierra
Encontraron una luz especial y se disolvieron en el mundo de la luz.
Entonces el alma de cada cual fue iluminada con la visión de un futuro maravilloso.
Vientos retumbaron con los gritos de ánimas y alcanzaron la profundidad de mi corazón.
Avanzaríamos todos juntos.
Ahora era hora.
Las ruinas del castillo de Heijou eran efectivamente una tierra de Koma donde el museo de Nara también estaba situado. Su aparcamiento estaba lleno y mucha gente vino a ver mi exposición. Quedé atónita ante el gran número de visitantes incluso de día y entre semana. Sentí que hubieran oído una llamada desde el mundo de las almas. Mientras estaba contenta y sentía el agradecimiento más profundo ante la vista del palacio de Heijou vista desde un ascensor, realicé una reunión de numerosas almas para abrir un mundo nuevo. Derramé lágrimas de gran impresión. El espacio de exposición consistía en mis obras de arte de mentizaje y paneles fotográficos de Koguryo tomadas por el Sr. Idaki Shin y nuestro sistema de estéreo lo tocaba tocando el piano, cuyas notas generaron numerosas luces como estrellas lucientes en un cielo nocturno. Este mundo bello llenó a todos de alegría al encontrarse vivos. Una vez más agradecí el ser provista de la oportunidad de realizar esta maravillosa exposición en Nara.
