KEIKO KOMA net

 

31 Agosto 2012

 Bajo el cielo de Tohoku

En esta tierra rica con la tibieza de un corazón humano supervisé el cielo grande, y nubes puras blancas me hicieron pensar en el estado de mi corazón, e intenté permanecer pura cardíacamente. El sonido de insectos de noche era como la voz vital viviendo en medio del universo. Efectivamente un ser humano estaba viviendo en el universo. Uno de sus ruidos mínimos me enseñó cómo Ser Grande encareciera nuestra vida con amor. Cuestioné las situaciones miserables del mundo lleno de sacrificio de vidas humanas preciosas. Tristeza, reclamaciones y cólera eran parte del mundo de oscuridad, mientras la luz de la verdad y vida en el universo que estuvo brillando brillantemente no tuvo nada que ver con la oscuridad. Ser Grande me enseñó que debiésemos crear un mundo nuevo. Abrazando a Ser Grande en el pozo de mi corazón seguiría veraz a esto y difundiría sus influencias globalmente. Mientras muchas amigas mías vivían en países de Medio Oriente y África bajo el cielo nocturno bello de Tohoku, miré hacia arriba para recibir un mensaje desde lejos para seguir expresando la verdad.