24 Julio 2012
Un mensaje desde Líbano
El Sr. Ghazi nos escribió un mensaje para nuestro sitio de red japonés y una carta de noticias dentro de su columna nombró una verdad siempre heredera. Mi corazón fue llenado con la tristeza gentilicia de vida en tiempo duro. Sin embargo podíamos portar esperanza ya que Ser Grande haya estado ejerciendo su influencia hacia nosotras mientras encarásemos una transformación histórica grande. Yo seguiría unificada con Ser Grande y seguiría abriendo nuestro futuro. Nunca renunciaría y seguiría celebrando muchos conciertos en Japón. Como el Sr. Ghazi escribió en su mensaje yo vivamente recordé que cuando conociera a su madre por primera vez en su casa ella me abrazó con la tibieza de mi madre propia y no pude resistirme a derramar lágrimas. Fue cuando yo estaba en un abismo mental pues había perdido a ambos padres. Estaba necesitada de recuperar mi vigor para seguir viva así que decidí visitar Líbano y la ciudad de Tiro en el sur, la tierra de la civilización fenicia como una de las raíces de mis ancestros, Koguryo. El viento ameno estaba soplando y mi tristeza fue nutrida. El cielo azul bello y el mar me hicieron alegre y un lapso de tiempo olvidado. Seguí caminando hacia el mar y realicé el mundo de la eternidad rodeada por flores brillantes lindas y su fragancia. En la tarde tras el trabajo diurno gente se recogía sobre el té bajo un árbol grande. La tibieza de su corazón verdaderamente humano me conmovió mucho. En realidad eso fue sólo tres días después de que el conflicto militar con Israel llegase a una tregua. Gente no había perdido su naturaleza humana durante una guerra y esta visión luminosa gradualmente estregó la tristeza en mi corazón. Una casa bella rodeada de flores que fue construida encarándose a una ruina histórica de Fenicia fue muy impresionante y aun viva en mi corazón. Esa casa hubiera debido ver numerosas guerras y tristezas gentilicias, sin embargo expresaba la espiritualidad rica y alta de gente que fue inmutable desde la antigüedad. Su jardín era el sitio histórico mismo. Así que los habitantes deberían vivir una vida verdaderamente humana veraz a su naturaleza eterna y espiritualidad. Luego llegué a visitar Líbano muchas veces y encontré al Prof. Ghazi y para mi asombro grande esa casa era su casa familiar. Mi alma tembló ante esta coincidencia. Nuestras almas estaban conectadas mutuamente desde el principio. Así consideré cualquier cosa pasando en Medio Oriento como mía y siempre estuve trabajando para difundir nuestras energías por el resto del mundo.